Las celebraciones buscan ahora ser exclusivas, divertidas y, sobre todo, muy personales. YO DONA y Mónico Gourmet rastrearon las últimas tendencias en el Observatorio de Bloggers Especializados.
Años atrás no había banquete, boda, convención o sarao multitudinario que se preciara donde no sirvieran, como plato estrella del menú, ternera a la jardinera. Finas lonchas de carne que nadaban en una suntuosa salsa marrón oscura, acompañadas -en el colmo de la decoración- de pequeños medallones de puré de variados colores. Sin embargo, hoy día, lo más esnob en una celebración es introducir, entre sofisticadas delicatessen culinarias, una hamburguesa de McDonald’s, con envase de cartón, refresco de cola y pack de patatas fritas incluidos. Porque ahora, en los nuevos eventos, se quiere transgredir y, sobre todo, marcar la diferencia. Hacer que cada fiesta -desde una infantil a una presentación de empresa- se convierta en un acto único, inolvidable, divertido y personalizado. Si antes la gastronomía y la bebida centraban la organización de cualquier evento, actualmente cuentan, tanto o más que las vituallas, el entorno, la decoración y la temática.
Para detectar por dónde discurren las tendencias actuales del mercado y las preferencias de los consumidores a la hora de preparar sus celebraciones, YO DONA Y Mónico Gourmet, empresa líder en restauración y catering de lujo, han organizado el I Observatorio de Bloggers Especializados, en el que participaron Álvaro Méndez de Diego, director general de Mónico Gourmet; Ana Santamaría, directora comercial y community manager de Mónico Gourmet, y las blogueras Carmen Naharro y Elena Iglesias, de La Pecera de Eventos (Iapeceraeventos. com); Marina Argilés y Judith Cardona, de Happy Party (happyparty-es.com), y An Áboli, de Confeti en los bolsillos (confetienlosbolsillos. blogspot.com.es). «Se ha producido una auténtica revolución en el fondo y en la forma. La gente desea, sobre todo, divertirse. Lo de comer y beber bien ya lo da por sentado», explicó Méndez de Diego. Marina y Judith, de Happy Party, coincidieron en que «hoy día cualquier evento tiene que resultar un goce para todos los sentidos, y no solo para el gusto. De ahí la importancia de introducir detalles hermosos y visuales». Lo cual no significa necesariamente una gran inversión, «a veces, con ideas originales y sencillas se consigue más éxito que con grandes montajes», afirmó Méndez de Diego.
Las bodas han evolucionado muchísimo, como comentó Ana Santamaría. Antes una novia solo buscaba «un fotógrafo o, como mucho, un dj. Ahora quiere, además, un diseñador de página web para la celebración y una empresa que encuentre una temática global al enlace». Pero también las fiestas infantiles buscan la singularidad y personalización. «Triunfan los temas clásicos, aunque renovados, como Mickey Mouse, los superhéroes o el fútbol», explicaron Elena y Carmen, de La Pecera de eventos, expertas en preparar, decorar y animar celebraciones para niños. Toda esta revolución de forma y fondo se ha trasladado a los eventos de empresa, donde muchas veces se busca rizar el rizo en la presentación de nuevos productos comerciales. «El cambio más significativo es que los desayunos y las meriendas están desplazando a las tradicionales y larguísimas comidas de trabajo», destacó Ana, de Confeti en los bolsillos. «Las compañías ofrecen en estas reuniones más reducidas bufés dulces personalizados, tanto a sus propios empleados como a los clientes que desean agasajar». En este sentido, Marina, de Happy Party, explicó cómo se está detectando un cambio importante en la decoración de estos eventos: «Los fríos logos de vinilo de las empresas ceden el paso a ambientes más acoqedores y románticos que incluyen, por ejemplo, la luz de unas velas”.
Por último, se analizó una nueva tendencia sociológica: el auge de las celebraciones en casa. La crisis económica ha devuelto al hogar las cenas de los sábados con los amigos o la organización de los cumpleaños familiares. A medida que los restaurantes se han ido vaciando, las casas se han llenado. Pero esto no tiene por qué significar ni más trabajo en la cocina ni peor imagen en la mesa. El menú se puede encargar y la decoración personalizar. Para ello están la profesionalidad, la imaginación y el buen gusto de las empresas especializadas.
Autora: Teresa González Manso.
Fuente: Revista “Yo Dona”, 25 de enero de 2014.
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