La boda de R&J tuvo lugar en una noche calurosa bajo un cielo plagado de estrellas.
A petición de los novios fue una celebración entrañable y familiar, con mucho encanto, rodeados únicamente de sus amigos más íntimos.
La ceremonia religiosa fue en la Concatedral de Santa Maria, y, la celebración posterior en el Palacio de los Arenales. ( En la primera foto, las chicas Eme&Be esperando la llegada de novios e invitados)
El hotel, una Casa-Palacio a las afueras, tiene la peculiaridad de estar lleno de nidos de cigüeñas que por supuesto se han respetado en la reconstrucción del espacio. Se trata un sitio tranquilo y con un precioso jardín para celebrar las cenas en verano.
Los centros de mesa, sobre mantelería blanca, eran muy naturales en tonos rosas, granates, malvas (a juego con los lazos de las sillas)…con mucho verde. Algunos en recipientes de cristal y combinados con velas y musgo.
Hicimos varias composiciones con cajas de madera con flores y faroles a diferentes alturas.
Una alfombra roja rodeada de faroles, cajas de madera y flores conducía a los invitados hacia sus mesas, no sin pasar antes entre dos árboles plagados de estrellas.
Los novios disfrutaron toda la noche de cada detalle que ofrecieron a sus invitados, cuidando mucho que todos estuvieran cómodos. Nosotras plasmamos en la decoración el estilo que la pareja nos trasmitió durante nuestras reuniones.
Un bodegón en cristal, flores y velas, una mesa de dulces romántica, un divertido photocall , bailarinas en graciosos neceseres en color plata y oro para que los invitados pudieran bailar toda la noche… fueron alguno de los detalles de esta boda tan especial.
Enhorabuena J y R . Esperamos que seáis muy felices!!
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